8.5.18

Ser feliz era esto. E. Sacheri




SACHERI, Eduardo Ser feliz era esto, México, Alfaguara, 2014.


La primera novela que termino después de la endemoniada tesis.
No fue una de las tantas acumuladas en la montaña que se fueron quedando para después y que medio comencé a leer.
La encontré en Gandhi, en la Ciudad de México cuando buscaba La pregunta de sus ojos, ahora que Alfaguara la publicó, Ricardo Darín y Soledad Villamil en la portada, e incluso, no me había dado cuenta, le cambió el título, le puso el de la película "El secreto de sus ojos". Eso último no me gustó y me pareció bastante cara en comparación con la edición de bolsillo que ya tengo.
En fin que mejor me llevé Ser felíz era esto, y la metí en la maleta. Así fue a dar al estante de las novelas pendientes, o mejor dicho, de las comenzadas porque no las considero pendientes. Mis hábitos de lectura siempre han sido particulares, como imagino que son los de todos los que tienen por hábito leer, y el proceso simpre incluye libros a medio leer. Cuando pasa el tiempo los termino, los desecho o los reservo.
Pero volviendo a la novela que nos concierne, la tomé precisamente porque no la había comenzado y desde el principio me enganchó.
Al escritor argentino se le nota el oficio. Cuenta en apariencia una historia simple y lineal, pero va dejando claves de lectura por aquí y por allá que sostienen el texto en otro plano, que le agregan una cierta tensión.
Los capítulos son mínimos, a veces dos páginas, o poco más. Tiene argentinismos pero nada insuperable, pues una buena parte se explica por si solo, de hecho quedan bien con los personajes, que son esencialmente dos, una chica de catorce años la cual, aunque no cuenta directamente la historia es la más próxima al narrador y Lucas su padre, un escritor que le da un poco aire a Sacheri mismo.
Fresca, sencilla y bien escrita. Novelita de 245 páginas que se lee en un par de días y deja un buen sabor de boca. 


3.5.18

Librería Galignani, París

Librairie Galignani
224, rue de Rivoli
75001 Paris

Lu-Sa 10-19h.
+33 (0)1 42 60 76 07
www.galignani.fr
galignani@galignani.com

  Esta es la primera entrada sobre librerías en París.
  La ciudad tiene muchas pequeñas, magníficas librerías, especialmente del lado izquierdo del Sena.
  No son particularmente bonitas, cómodas o acojedoras. Algunas de hecho son estrechas, obscuras, huelen a humedad o a polvo.
  Como los cafés, las librerías y la pequeñas editoriales podrían ser un cliché parisino, pero sospecho que el origen hollywoodiense de muchos de estas imágenes estereotipadas de la ciudad dificilmente transmitiría la riqueza de esos pequeños establecimientos.
  Es comprensible, la mayoría de los libros están, naturalmente, en francés, y para apreciar el valor de las librerías especializadas (y de las editoriales) hay que entender el valor de la información impresa.
  Eso me lleva precisamente al siguiente punto de esta entrada: La especialización de dichos lugares también incluye las publicaciones en otros idiomas: Un día caminando por la calle de Monsieur-le-Prince me encontré una librería china que resultó ser también editorial. Más conocida es la Librería polaca de París en el No.123 del bulevar Saint Germain y como esa debe haber muchas otras cada una con sus historias.
Todo el mundo interesado por los libros, debe conocer las historias de obras como el Ulysses de Joyce que fue publicado en su totalidad por primera vez en Paris por Sylvia Beach, la misma que publicó el primero de Hemingway Three Stories and Ten Poems. 
  Su famosa librería Shakespeare & Company que se encontraba en la rue de l’Odéon, a la vuelta de la Sorbona, cerró sus puertas durante la ocupación alemana y nunca volvió a abrir. La librería que hoy lleva el mismo nombre, se encuentra en un lugar totalmente distinto y nada tiene que ver con la primera.
  Ahora bien, ésta entrada es sobre el establecimiento que ostenta el título de la librería de obras en inglés más antigua del continente. Familia de Libreros desde el siglo XVI, los Galignani, originarios de Venecia continúan siéndolo. Instalados en Paris desde 1801, el local actual abrió sus puertas en 1856.
  Además de los libros en inglés, tienen una sección más pequeña en francés y su sección de libros de arte es bien conocida desde la Segunda Guerra mundial cuando no podían obtener libros en lengua inglesa. Se puede consultar su historia sobre su sitio internet.
  Otra cosa que hay que decir es que al fondo hay un espacio relativamente amplio con sillones y en donde nadie los molestará si se sientan a hojear un volumen. Otra ventaja es que ahí detrás de la columna hay generalmente un empleado que puede ayudar si están buscando algo en particular.
  El personal es generalmente atento y la selección de libros es buena.
  Si no encuentran lo que buscan, a unos metros, también sobre la rue de Rivoli está la británica WHSmith que además abrió recientemente un salón de té en el primer piso.